Ser casa de acogida significa acoger temporalmente a un animal, hasta que se le pueda encontrar una familia adoptiva.

 

Una casa de acogida salva vidas. Es un acto de generosidad y de mucho amor. Le estás abriendo las puertas de tu hogar a un animal que lo necesita, hasta que encuentre su hogar definitivo.

 

¿Y qué se necesita? Mucho, muchísimo cariño, cuidar de él, y proporcionarle un espacio confortable y seguro con luz natural, donde él se sienta a gusto y protegido.

 

Te gustaría ayudar y no sabes cómo; o tal vez quieras adoptar un felino, pero no puedes. Anímate a ser casa de acogida, es una de las experiencias más bonitas y más gratificantes.

 

Las casas de acogida son vitales y piensa que sin ellas, nada sería posible